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Soy una feminista radical que apoya el feminismo islámico

Artículo publicado originalmente en por Mirhan Fuad en Raseef22 el uno de marzo de 2022

 

¿Cómo puedes considerarte parte del  feminismo islámico? ¿Cómo va a haber un feminismo islámico? ¡Son dos términos contradictorios! Antes de responder a esta pregunta, debemos estar de acuerdo en que no existe un único paraguas en el que entremos todas las mujeres, y que ni siquiera existe una categoría social llamada “mujer”. Las luchas de las mujeres afganas, no son las mismas que las de las mujeres estadounidenses. Probablemente si se le pregunta a una mujer estadounidense que cuál es el principal problema de las mujeres afganas responderá que el hiyab. Probablemente si se le pregunta a una mujer afgana sobre su principal problema responderá que la invasión estadounidense  o su seguridad personal o la dificultad de acceso a la educación. Sinceramente no lo sé, habría que preguntarles. De ahí que cada mujer tenga que elaborar su propio feminismo en función de sus circunstancias políticas y sociales, y que cada una lo cuente por sí misma.

 

La respuesta más simple a la pregunta de si existe un feminismo islámico es rotundamente sí. Existe un feminismo islámico que se ha ido  desarrollando desde hace más de 20 años.  Si bien algunas opiniones consideran que la perspectiva islámica no permite el pluralismo, las militantes del feminismo islámico no están de acuerdo. La mejor respuesta a la pregunta de si sons compatibles el feminismo y el islam está en escuchar lo que dicen esas  feministas, como la  iraní Ziba Mir Hosseini, quien considera que el movimiento del feminismo islámico contribuirá a la mejora de la situación de las mujeres a través del cambio de leyes que emanan de la sharía. O la estadounidense  Amina Wadud, quien considera que hay muchas evidencias en el Corán sobre la igualdad entre el hombre y la mujer, e incluso va más lejos diciendo  que el patriarcado es un tipo de idolatría a Dios porque supone considerar superior a una parte de su creación en detrimento de otra parte de su creación cuando se ha prescrito que los seres humanos somos iguales y que las relaciones entre géneros sólo se pueden dar  desde la horizontalidad. Escuchemos sus ideas.

 

¿Qué es el feminismo islámico?

 

La Dra. Umaima Abu Bakr, una de las más conocidas representantes del feminismo islámicos contemporáneo  considera el feminismo como una posición ontológica sobre la religión y como una corriente académica de pensamiento que va de lo local a lo global. Esta corriente de pensamiento se utiliza para releer los textos de la tradición islámica con una perspectiva crítica de género.

 

El feminismo islámico trata de buscar la justicia y la igualdad dentro del marco islámico y la reinterpretación de los textos sagrados relativos al género. El feminismo islámico basa su argumento en la separación entre jurisprudencia y sharía, como se dice en el libro “Queremos igualdad y justicia en la familia musulmana”.

 

Mientras que la sharía se compone de una serie de reglas ya establecidas, la jurisprudencia es resultado de la comprensión patriarcal de los exégetas (todos hombres). Estas feministas defienden que la jurisprudencia ha dado privilegios a los hombres y ha perjudicado a las mujeres, y basan su argumento en las divergencias que existen en los códigos civiles de los diferentes países musulmanes basados en el Corán, en acontecimientos históricos y en legislación de la época colonial.  Es decir, no existe una única interpretación de los textos, y la jurisprudencia no es legislación divina sino legislación humana, sujeta a interpretaciones espacio-temporales y a coyunturas políticas.

 

Uno de los ejemplos más importantes de feminismo islámico es el movimiento Musawah, creado hace ya más de 13 años en Malasia. Es un movimiento heterogéneo que incluye tanto a militantes del feminismo islámico como a mujeres laicas, y que tiene como visión cambiar los discursos religiosos, las leyes y las políticas basadas en esos discursos, así como las normas sociales a través de la sensibilización en la sociedad.  Zeina Anwar, directora ejecutiva de Musawah, cree que las leyes discriminatorias contra las mujeres se basan en lo que algunos creen que son principios religiosos.

 

¿Qué quiere el feminismo islámico?

 

El feminismo islámico no pretende derribar y acabar con el legado islámico, sino reformarlo desde dentro, reformar la aplicación de los principios del Corán y el islam según su visión. Busca también la creación y el desarrollo del conocimiento religioso basado sobre sus interpretaciones en lugar de un conocimiento religioso históricamente basado en los hombres. Algunas activistas del feminismo islámico han intentando hacer exégesis de versículos del Corán relacionados con el mujer, como la escritora feminista marroquí Fatima Mernissi. La pregunta que me hago es si llegará algún día a equipararse el peso de la interpretación feminista del Corán a la de la interpretación del sheij Al Shaarawy. Personalmente no lo creo, pero por qué no abrir la puerta a las mujeres del iytihad, es decir, del esfuerzo por comprender e interpretar los textos sagrados que ha sido durante siglos dominio exclusivo de los hombres quienes  han emitido fetuas sobre asuntos de mujeres  y consideran que la lectura masculina es la única válida, y no admite debate ni reinterpretación.

 

Otras como la investigadora tunecina Zahia Yueiro, ofrecen una aproximación nueva a los versículos del Corán, y considera que la puerta del iytihad ha sido cerrada por los hombres exégetas, que han dominado el terreno del conocimiento religioso como consecuencia del sistema patriarcal imperante en la sociedad. Yueiro cree que es necesario reconsiderar esos postulados y brindar lecturas alternativas adecuadas a esta época.

 

Personalmente, yo me considero una feminista radical, y creo que quien ataca el feminismo islámico está perpetuando las interpretaciones patriarcales de los discursos religiosos. Considero que ambos feminismos comparten intereses como el de producir consignas y premisas clave, la lucha contra la poligamia y contra el injusto reparto de la herencia, la violencia contra la mujer y la ruptura del monopolio masculino de la interpretación y producción de los discursos religiosos, así como las creencias sobre las que se construyen las leyes que rigen  a todas las personas que vivimos en países en los que la legislación está influida por la sharía.  Aunque no estemos de acuerdo todo, hay  un gran espacio  compartido en el que nos tenemos que unir. Espero que las militantes del feminismo islámico también me apoyen en mis causas.

 

Traducido del árabe por Ibrahim Rifi

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