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Índice Global del Terrorismo 2017 (Institute for Economics and Peace)

Publicado por visionofhumanity.org

 

SUMARIO

 

Esta es la quinta edición del Índice Global de Terrorismo, GTI en sus siglas en inglés. Este informe sintetiza las tendencias y patrones clave relativos al terrorismo de los últimos diecisiete años, desde el inicio del año 2000 hasta finales de 2016.

 

El GTI ha sido recopilado por el Institute of Economics and Peace y está basado en datos de la Base de Datos del Terrorismo Global (GTD). Estos datos son recogidos por el Consorcio Nacional para el Estudio del Terrorismo y las Respuestas al Terrorismo (START en sus siglas en inglés), un departamento del Ministerio del Interior estadounidense liderado por la Universidad de Maryland. La GTD es considerada la base de datos más completa sobre actividades terroristas e incorpora información sobre más de 170.000 actos terroristas.

 

El informe de 2017 subraya el punto de inflexión en la lucha contra el extremismo radical. El principal resultado positivo es la reducción en el número de muertes por ataques terroristas a 25.673 personas, un 22% menos que en 2014, cuando se registraron las peores cifras. El terrorismo ha caído significativamente en Siria, Paquistán, Afganistán y Nigeria, cuatro de los cinco países más afectados por el terrorismo. En los diez países con mayores disminuciones hubo 7.348 muertes menos, mientras que en los diez países en los que la situación más empeoró hubo solo 1.389 muertes por terrorismo, lo cual resalta la fuerza de la tendencia positiva en virtud de la cual el número total de muertes por terrorismo descendiese por segundo año consecutivo.

 

Donde más mejoró la situación fue en Nigeria, donde las muertes por terrorismo atribuidas a Boko Haram descendieron en un 80% en 2016. Sin embargo, el aumento en las muertes atribuidas a la actividad del autoproclamado Estado Islámico (+49% en 2016) reduce el impacto positivo. La mayor parte de esas muertes ocurrieron en Iraq, donde se produjo el 40% de ese aumento. Las importantes derrotas que ha sufrido en el campo de batalla han llevado al grupo terrorista a aumentar el número de ataques suicidas y terroristas contra civiles, una señal de su desesperación. El grupo ha sido expulsado de la mayor parte del territorio de Iraq y, en el momento de la redacción de este artículo, ya no controla ninguno de los centros urbanos importantes del país.

 

Sin embargo, aunque las cifras totales de muertes y atentados han mejorado, hay tendencias preocupantes. Ha aumentado el número de países en los que se ha producido al menos una muerte por terrorismo. Es más que en cualquier otro punto de los últimos 17 años y supone un incremento de 65 países en 2015 a 77 en 2016. Dos de cada tres países del índice, es decir 106 Estados, han sufrido al menos un ataque terrorista, 11 más que en 2015. Esto explica que el GTI total haya empeorado un 4%. A parte de Iraq, donde el repunte terrorista está relacionado con las tácticas que está utilizando el grupo terrorista del Estado Islámico para retrasar su derrota, el aumento de las actividades terroristas fue mucho menor. Los siguientes incrementos más importantes se dieron en Sudán del Sur, Turquía, Etiopía y la República Democrática del Congo, aunque hay que decir que la mayoría de los actos terroristas en Turquía no estaban vinculados a ese grupo terrorista.

 

Las importantes derrotas del autoproclamado Estado Islámico en el campo de batalla en Iraq y Siria en los dieciocho meses previos a junio de 2017 señalaron el principio del fin de las ambiciones territoriales y de la fuerza militar del grupo terrorista. A medida que ha perdido territorio, ha ido sufriendo una pérdida de ingresos, que se calcula se habrían reducido a un tercio entre 2015 y 2016. Es probable que sus ingresos se sigan reduciendo en el resto de 2017 y en 2018. Debido a la pérdida de territorios, el grupo no puede recaudar tantos impuestos y muchas de sus reservas de petróleo han sido tomadas o destruidas por sus enemigos. A medida que se han intensificado sus pérdidas en el campo de batalla, muchos de sus combatientes, extranjeros y autóctonos, han desertado y tratan de volver a sus países de origen. Estos acontecimientos dificultan la habilidad reclutadora del grupo, basada en una estrategia de marketing que potencia su imagen de invencibilidad.

 

Lo más preocupante es la posibilidad de que muchos líderes y combatientes experimentados abandonen Siria e Iraq para unirse a nuevas mutaciones del grupo o a grupos afiliados en otros países.

 

Esto ha contribuido a una extensión de la tendencia observada el año pasado: la expansión de las actividades del grupo terrorista a otros países. Sin embargo, mientras el número de países que sufrió un ataque perpetrado por la banda aumentó de 11 en 2015 a 15 en 2016, seis países menos sufrieron un ataque por parte de un grupo afiliado.

 

El mayor reto al que se enfrenta Iraq tras el conflicto será la construcción de una sociedad más inclusiva, que se enfrente a los problemas que han alimentado la violencia sectaria y la actividad terrorista. En el país todavía quedan grandes cantidades de armas pequeñas, además de muchos excombatientes e individuos radicalizados.

 

El declive de Boko Haram tras la intervención de la Fuerza Multinacional Mixta ha contribuido a una caída del 80% del número de muertes causadas por el grupo en 2016. En consecuencia, el GTI de Nigeria, Chad, Camerún y Chad mejoró considerablemente. Esto coincidió también con la fragmentación del grupo terrorista, ahora dividido en tres organizaciones. Nigeria se seguirá enfrentando a importantes retos, ya que 13 grupos terroristas diferentes perpetraron atentados en 2016, incluidos ataques en la zona del delta del Níger y ataques de extremistas Fulani en la zona del centro del país.

 

La situación en Afganistán es más compleja. Mientras los talibanes redujeron su actividad terrorista en 2016, especialmente contra civiles, el grupo reforzó su tradicional enfrentamiento armado con el gobierno. Los talibanes fueron responsables de casi 18.000 muertes en combate en 2016, casi 700 más que en 2015. Son las cifras más altas desde que empezó la guerra en 2001. En consecuencia, el grupo ha expandido su control territorial directo y, desde abril de 2017, controla al menos un 11% del país y lucha en al menos el 29% de los 398 distritos de Afganistán.

 

En Europa y otros países desarrollados, la actividad del autoproclamado Estado Islámico ha sido el principal factor que marcado una tendencia negativa. El 2016 ha sido el año más mortífero para los países de la OCDE desde 1988, sin tener en cuenta los atentados del 11 de septiembre. Sin embargo, la pérdida de potencial de ese grupo terrorista ha coincidido con las tendencias positivas de la primera mitad del 2017, periodo en el que el número de muertes ha disminuido hasta 82, en comparación con las 265 víctimas mortales de 2016 (sin contar Turquía e Israel). Desde 2014, ha habido un cambio general hacia atentados más simples y objetivos civiles no tradicionales y más vulnerables. Los atentados inspirados por el grupo terrorista también crecieron hasta 68 en 2016, en comparación con los 32 del año 2015. Un mayor número de atentados fueron frustrados por los servicios de inteligencia, que impidieron la mitad de las acciones con explosivos y bombas. Hace dos años, tan solo un tercio de este tipo de ataques era impedido. Este tipo de ataques más complejos requiere más personal y mayor planificación, por lo que su detección resulta más fácil. Los ataques menos sofisticados requieren un menor coste y por eso su detección se hace más difícil.

 

Es necesario apuntar que los niveles de terrorismo en países de la OCDE tienen precedentes. Desde 1970 ha habido casi 10.000 muertes por terrorismo en países de la OCDE (sin contar Turquía e Israel), el 58% de las cuales ocurrió antes de 2000. El autoproclamado Estado Islámico es tan solo el cuatro grupo terrorista y ha causado el 4,7% de las muertes por terrorismo en países de la OCDE desde 1970. Grupos separatistas como el IRA irlandés o ETA asesinaron a más de 2.450 personas desde 1970, y fueron responsables del 26% de las muertes por terrorismo desde 1970.

 

El informe de 2017 subraya cómo el terrorismo está distribuido de forma irregular en el mundo. América Central y el Caribe sigue siendo la región menos afectada. Solo hubo doce muertes en 2016, lo que representa menos del 0,4% del total de muertes por terrorismo. El 94% de las muertes por ataques terroristas ha tenido lugar en Oriente Próximo y el norte de África, África Subsahariana y el sur de Asia.

 

Al analizar los factores que llevan al terrorismo, observamos que siguen siendo la presencia de un conflicto armado, la violencia política de los gobiernos, la exclusión política y los rencores grupales. El análisis demuestra que el 99% de todas las muertes de los últimos diecisiete años se han producido en países o bien en conflicto, o bien con un alto nivel de terror político. El terror político consiste en ejecuciones extrajudiciales, tortura y encarcelamientos sin juicio previo. Esto demuestra que gran parte del terrorismo se utiliza como una táctica dentro de un conflicto armado o contra regímenes políticos represivos. También demuestra que la represión política y las medidas contra el terrorismo pueden exacerbar rencores existentes y actuar de motores del terrorismo. El número de atentados en Egipto y Turquía ha aumentado considerablemente tras la represión gubernamental.

 

El impacto global del terrorismo en 2016 fue moderadamente menor que en 2015, aunque siguió costando 84.000 millones de dólares a la economía mundial. A pesar de que ya de por sí se trata de una cifra elevada, es importante anotar que el impacto económico del terrorismo es reducido respecto a las demás formas principales de violencia. Esta cifra supone tan solo un 1% del impacto económico global de la violencia, que alcanzó los 14,3 billones de dólares en 2016. Sin embargo, el impacto económico del terrorismo es probablemente mayor que el que señalan las cifras, que no incluyen el impacto indirecto sobre negocios, inversiones y el coste de los cuerpos de seguridad que luchan contra el fenómeno. Así pues, el terrorismo es una de las pocas formas de violencia en las que el coste de evitarla excede al de sus probables consecuencias. Sin embargo, aunque el impacto económico del terrorismo es pequeño, es importante contenerlo ya que se puede expandir rápidamente y tener consecuencias sociales graves.

 

RESULTADOS CLAVE

 

2017 Resultado de GTI

 

  • El número de muertes causadas por el terrorismo se redujo en un 13% entre 2015 y 2016. Hubo 25.673 muertes en 2016. El número de muertes por terrorismo se ha reducido por segundo año consecutivo. Las muertes por terrorismo han caído un 22% desde su auge en 2014.
  • Se reduce el número de muertes en cuatro de los cinco países que sufren un mayor impacto del terrorismo (Afganistán, Nigeria, Siria y Paquistán). Junto con Iraq, en estos países se produjeron tres cuartas partes de las muertes por terrorismo en 2016.
  • En Nigeria se observó la mayor reducción en número de muertes, con 3.100 víctimas menos en 2016 que en 2015 como consecuencia de la caída del número de muertes perpetradas por Boko Haram.
  • También se redujo considerablemente el número de víctimas mortales por terrorismo en Yemen, Afganistán y Siria, en los que hubo en total 500 muertes menos que el año anterior.
  • Sin embargo, el GTI mundial empeoró un 4% entre 2015 y 2016, debido al aumento de países en los que se produjo al menos una muerte por terrorismo.
  • Hubo un total de 77 países donde se produjo al menos una muerte por terrorismo,  con respecto a los 65 Estados de 2015.
  • Desde 2016 las muertes por terrorismo en Iraq aumentaron un 40%, lo que refleja el aumento de actividades del autoproclamado Estado Islámico tras los ataques del ejército iraquí para reconquistar varios centros urbanos.

 

Tendencias

 

  • Desde 2002, el terrorismo ha aumentado en ocho del mundo. Estados Unidos fue la única región en la que el fenómeno se redujo considerablemente.
  • En los últimos 15 años, el sur de Asia ha sido la región con más terrorismo, mientras que América Central y América del Sur han sido las zonas menos afectadas. En Oriente Próximo y el norte de África se experimentó el mayor aumento.
  • Egipto y Turquía vieron cómo aumentaba el terrorismo tras la represión gubernamental. En Egipto, el número de víctimas se multiplicó por nueve y en Turquía por dieciséis.
  • A nivel global, los ataques contra civiles aumentaron un 17% entre 2015 y 2016. Los principales objetivos de los terroristas fueron los ciudadanos y la propiedad privada.
  • Las muertes por terrorismo han aumentado en paralelo a las muertes en el campo de batalla. Entre 2006 y 2016, las muertes por terrorismo han crecido un 67% y en el campo de batalla un 66%.
  • Los atentados terroristas han sido más mortíferos en los países afectados por un conflicto, donde la media de víctimas por ataque es de 2,4 frente al 1,3 de los países en paz.

 

El terrorismo en los países de OCDE

 

  • Ha habido casi 10.000 muertes por terrorismo en los países de la OCDE entre 1970 y 2016, un 58% de las cuales se produjo antes de 2000.
  • La OCDE sufrió un 1% de las muertes por terrorismo en 2016, un 0,1% más que en 2010.
  • En los primeros seis meses de 2017 hubo menos muertes que en el mismo periodo de 2016. En la primera mitad de 2017 hubo 82 muertes con respecto a las 265 muertes de todo 2016.
  • Desde 2014, ha habido un cambio de táctica que apuesta por atentados más simples contra objetivos no tradicionales. El autoproclamado Estado Islámico ha mostrado que los ataques contra blancos fáciles utilizando tácticas no convencionales es más efectivo que los atentados resultado de planes complejos.
  • Desde 2014, esa organización terrorista o grupos inspirados por ella han perpetrado atentados en 18 de los 33 países de la OCDE, causando tres cuartas partes de las víctimas mortales.

 

Características de los terroristas

 

  • En los últimos 17 años, el 99% de las muertes por terrorismo se produjeron en países que están en conflicto o bien sufren altos niveles de terror político.
  • Hay muchos caminos hacia la radicalización. Las personas radicalizadas pueden tener altos o bajos niveles de educación, ingresos y conocimientos políticos o religiosos.
  • La pobreza relativa también puede ser un factor de reclutamiento, ya que contribuye a fomentar la mentalidad del “nosotros contra ellos”.
  • En los últimos diez años, los terroristas solitarios aumentaron en los países de la OCDE, de uno en 2008 a 56 en 2016. La mayoría de esos atentados se produjo en Estados Unidos.

 

Grupos terroristas

 

  • Los cuatro grupos más mortíferos causaron el 59% del total de muertes en 2016.
  • El autoproclamado Estado Islámico fue el grupo más mortífero en 2016. Mataron a 9.132 personas, un 50% más que en 2015, la mayoría en Iraq.
  • Sin embargo, la derrota militar casi completa de ese grupo terrorista en Iraq y Siria ha disminuido sus ingresos considerablemente que podrían haberse reducido de 81 millones de dólares al mes en 2015 a 16 millones de dólares en 2016.
  • El grupo organizó atentados en 15 países, cuatro más que el año anterior. Grupos afiliados a esa organización terrorista mataron a 2.417 personas más, y perpetraron atentados en 11 países, seis menos que en 2015.
  • Los otros tres grupos terroristas más mortíferos, Boko Haram, Al Qaeda y los talibanes causaron menos muertes por terrorismo que en 2016.
  • Hay muchas formas en las que terminan los grupos terroristas. Desde 1970, un tercio de las bandas terroristas desparecieron tras lograr sus objetivos políticos, un tercio por divisiones internas y un tercio por derrota militar o policial.

 

Economía del terrorismo

 

  • El impacto económico mundial del terrorismo fue de 84.000 millones de dólares en 2016 lo que representa un 7% menos que el año anterior y un 19% menos con respecto al auge de 2014.
  • Es probable que la cifra real sea más alta porque esa cifra no incluye los costes asociados con las medidas antiterroristas y los extremismos violentos, ni los efectos indirectos del terrorismo en los negocios.
  • Los cuatro mayores grupos terroristas tienen fuentes de ingresos diversas, que incluyen transferencias de dinero, donaciones, contrabando, impuestos y extorsión.
  • El coste de llevar a cabo un ataque en Europa se ha reducido considerablemente ya que se opta por ataques más simples. La mayoría de los atentados en Europa cuesta menos de 10.000 dólares; por ello la mayor parte de los atacantes se autofinancia y no necesita ayuda externa.

 

Informe completo 

 

Traducido del  inglés por Leandro James Español Lyons en el marco de un programa de colaboración de la Facultad de Traducción e Interpretación de la Universidad de Granada y la Fundación Al Fanar.

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