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Análisis de «Finsbury Park, el barrio obrero reconvertido en ‘trendy’, objetivo del último ataque terrorista en Londres»

ARTÍCULO:

LA AMENAZA YIHADISTA

Finsbury Park, el barrio obrero reconvertido en ‘trendy’, objetivo del último ataque terrorista en Londres

El imán Mohammed Mahmoud calmó a la multitud e impidió que linchara al agresor.

Hace sólo quince días, tras el atentado del Puente de Londres, la primera ministra, Theresa May, acusó a la comunidad islámica de no hacer lo suficiente por condenar, combatir y estigmatizar a los yihadistas. Hoy, un imán, musulmán, es el héroe del momento, y un británico blanco, xenófobo y simpatizante de grupos de ultraderecha, es el terrorista ()

Rafael Ramos, La Vanguardia, 21 de junio de 2017.

 

ANÁLISIS:

1. Ni en el titular ni en el cuerpo del artículo se habla de ataque terrorista de carácter islamófobo. En el ataque,  perpetrado a las puertas de la mezquita de Findsbury Park durante el pasado mes de Ramadán, falleció una persona y otras 10 resultaron heridas. El hecho de que no se califique como islamófobo el ataque indica que se está entendiendo la hostilidad contra las personas musulmanas o el islam como algo “natural”.

También cabe destacar que la noticia se encuentra en la categoría de amenaza yihadista” dentro de la sección de internacional cuando más bien debería estar clasificada en un apartado de delitos de odio.

2. En el primer párrafo el autor afirma: Hace sólo quince días, tras el atentado del Puente de Londres, la primera ministra, Theresa May, acusó a la comunidad islámica de no hacer lo suficiente por condenar, combatir y estigmatizar a los yihadistas”. Aquí se hace referencia a la rueda de prensa convocada el 4 de junio que reproducimos íntegramente a continuación.

La primera ministra no “acusó a la comunidad islámica de no hacer lo suficiente por condenar, combatir y estigmatizar a los yihadistas”, sino que declaró lo siguiente: “El islamismo extremista es una ideología que es una perversión del islam y de la verdad” (min. 2:22) y añadió que es la sociedad en su conjunto la que tiene que acabar con dicha ideología, incluidas las instituciones y proveedores de internet.

3. El texto también incluye párrafos sensacionalistas como el siguiente: “De no ser por la intervención de Mahmoud, un imán moderado que fomenta la integración y proclama una visión pacífica del islam, el terrorista habría sido linchado al estilo del viejo Oeste americano”.

Por el contexto el lector sobreentiende que los autores de ese hipotético linchamiento habrían sido los musulmanes que salían de la mezquita. Para hacer esta afirmación el autor del artículo se apoya en un supuesto testimonio del que no se aportan datos, y en un vídeo en el que no se sustenta dicha acusación, y además se refiere a esa violencia a lo largo de 3 párrafos. En el subtitular también se hace referencia a ese linchamiento que nunca se produjo, consolidando desde el arranque del artículo la visión de los musulmanes como un grupo bárbaro, irracional y primitivo, algo que consolida el autor al referirse al imán de la mezquita como a “un imán moderado que fomenta la integración y proclama una visión pacífica del islam” como si el resto de los musulmanes no fuese moderado, ni se integrase y ni proclamase una visión pacífica del islam.

4. En los dos primeros párrafos aparecen marcados en negrita los siguientes términos:

– atentado del Puente de Londres

– comunidad islámica

– yihadistas

– mezquita de Finsbury Park

Sin embargo, en el resto del artículo y en los dos últimos párrafos dedicados al presunto terrorista, no aparece ninguna palabra destacada en negrita que vaya directamente al corazón de la noticia, que no es otro que un ataque contra la comunidad musulmana, como por ejemplo,  “matar musulmanes”, “causar daños graves”, “el asesino” o “extrema derecha”.

5. Pese a que este ataque terrorista fue declarado como terrorista e islamófobo por la primera ministra dos días antes de la publicación de este artículo en La Vanguardia, el periodista no hace mención de la islamofobia, como ya hemos apuntado en el primer punto de este análisis. Tampoco se refiere al hecho de que los delitos de odio de carácter islamófobo se multiplicaron por cinco en un mes, ni a la preocupación manifiesta de las autoridades y los cuerpos de seguridad del Reino Unido.

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