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Kit de herramientras contra la islamofobia

Publicado originalmente por Islamophobia Studies Center (ISC).

El Islamophobia Studies Center (ISC) centra su labor en un acercamiento sistemático y empírico al estudio de la islamofobia y su impacto en las comunidades musulmanas. A nivel mundial, los musulmanes han sido demonizados y temidos. En las elecciones presidenciales de 2008 en Estados Unidos, la islamofobia tuvo un papel protagonista y un amplio número de estadounidenses expresaron su miedo a que Barack Obama fuera de alguna manera un “musulmán en el armario”. Tanto programas de televisión, como artículos de periódicos, libros, películas comerciales, debates políticos y conflictos culturales relativos a la inmigración y la seguridad, ofrecen una clara evidencia de la estigmatización del islam dentro de la cultura dominante.

El ISC recopila datos sobre incidentes islamófobos para proporcionárselos a legisladores, políticos y miembros de la comunidad y ser usados para una variedad de propósitos: proyectos políticos de ley, producción de videos, material de seminarios o del mundo académico en general.

Los desafíos principales son: encontrar una definición viable e inclusiva para el fenómeno de la islamofobia; desarrollar un marco teórico que enlace investigaciones presentes y futuras; crear un mecanismo centralizado que documente y analice paquetes de datos diversos en los Estados Unidos y en comparación con otras áreas del mundo.

La meta es que, dado el aumento de la islamofobia, trabajemos para contrarrestar el fenómeno por las siguientes vías:

  • Apoyar que se documente e investigue la islamofobia en estudios de grado y posgrado a través de la orientación y el intercambio intelectual.
  • Establecer un grupo de asesoramiento formado por un personal académico variado que trabaje en cuestiones relacionadas con la islamofobia.
  • Proporcionar financiación a proyectos de investigación específicos que trabajen en cómo contrarrestar la islamofobia.
  • Publicar un informe anual que documente la situación de la islamofobia en los Estados Unidos.
  • Publicar un boletín académico semestral revisado por colegas que se centre en la investigación emergente sobre la islamofobia.
  • Organizar una conferencia anual que discuta y analice los resultados de la investigación.
  • Dirigir investigaciones con una agenda centrada en los musulmanes en la diáspora y la intersección entre dos categorías de investigación:
  • Raza, etnicidad, género, nacionalidad y religión.
  • La “guerra contra el terrorismo” a nivel mundial y su impacto en las comunidades musulmanas y la cultura estadounidense, así como el uso de la guerra para reintroducir paradigmas eurocéntricos que estaban desacreditados hacía tiempo.

El Council on American–Islamic Relations (CAIR) documentó un aumento del 17% de incidentes anti-musulmanes a nivel mundial durante el año 2017 con respecto al 2016, acompañado de un aumento del 15% durante el mismo periodo de delitos de odio contra musulmanes estadounidenses, incluidos niños, jóvenes y familias. Resulta especialmente alarmante que un 35% de todos estos incidentes de inclinación anti-musulmana fueran instigados por organismos del Gobierno Federal, lo que representa un nivel de hostilidad sin precedentes por parte del gobierno hacia una minoría religiosa en los Estados Unidos. Los cinco tipos de abuso más frecuentes fueron acoso, incidentes en la frontera, delitos de odio, acoso por parte del FBI y discriminación laboral.

Dado que la islamofobia es un problema de la sociedad civil en su conjunto, y no exclusivo de los musulmanes, se plantean 10 respuestas a este fenómeno:

  1. Contrarrestar la islamofobia es una responsabilidad colectiva, ya que es un problema de la sociedad civil y no solo una cuestión que atañe a los musulmanes. El odio y la intolerancia perjudican a la mayoría. Debemos trabajar de manera colectiva para lograr una sociedad justa, inclusiva, basada en la defensa de los derechos constitucionales y la promoción de la diversidad racial, religiosa y cultural.
  2. Sacar a la luz y marginalizar las voces islamófobas. Las elites políticas actuales, tanto a nivel local como a nivel nacional, deben denunciar la islamofobia de forma contundente. El racismo, la intolerancia o la islamofobia no tienen lugar en la sociedad civil y quienes contribuyan a ello deben ser denunciados.
  3. Aceptar a los musulmanes como iguales. Como el objetivo de la derecha y la industria de la islamofobia es aislar y marginar a musulmanes, inmigrantes y minorías racializadas, la respuesta del liderazgo político debería ir en la dirección opuesta. Aceptar y defender a los musulmanes no significa ni indica una falta de crítica o silencio respecto al islam pero el propio debate no tienen nada que ver con la religión, la teología ni la historia de 1.600 millones de personas. Ha llegado el momento de que los líderes políticos traten a los musulmanes como iguales, como socios en el desarrollo de la agenda por la mejora de la sociedad; esto implica ir más allá y cambiar completamente el enfoque del compromiso, que hasta este punto se había construido estrechamente sobre las lentes de secularización. Aceptarlos conlleva un compromiso que lo abarca todo y que no solo esté enfocado en la seguridad. De hecho, involucrar a los musulmanes únicamente a través de la perspectiva de la seguridad es una afirmación de la epistémica islamófoba cuya raíz está en la demonización, el fomento del miedo y la “otrización”.
  4. Las mujeres musulmanas son objetivos primarios. La mayor hostilidad hacia los musulmanes tiene que ver con los cuerpos de las mujeres, vistos como un símbolo del islam. Se construye a las mujeres musulmanas como individuos pasivos y oprimidos dominados por hombres musulmanes incivilizados. Debemos reconocer la movilización del paradigma orientalista construido al servicio de los discursos islamófobos y, en realidad, dirigido a mantener las jerarquías de poder masculinas globales y a marginalizar a musulmanes, tanto hombres como mujeres, por igual. En un momento en el que la violencia y discriminación contra las mujeres recibe una atención muy necesaria, aunque ha llegado con retraso, a las mujeres musulmanas se las suele dejar al margen como si pertenecieran a una especie diferente.
  5. Construir una nueva coalición por los derechos civiles y humanos. El cambio para alejarse del racismo y el fanatismo es posible si todas las comunidades afectadas y sus aliados se unen en coalición. Los musulmanes solos no pueden vencer la islamofobia, contrarrestar el veneno anti-inmigrante y frenar el racismo anti-negro en los Estados Unidos de hoy en día.
  6. Ignorar, informar y amplificar las voces creíbles. Internet y las redes sociales son el espacio donde podemos encontrar las formas más crudas de islamofobia. La industria de la islamofobia (cerca de 101 grupos) ha sido muy hábil descubriendo cómo beneficiarse de la optimización de los motores de búsqueda con multitud de herramientas que han usado para maximizar su alcance. Responder a publicaciones islamófobas y debatir online con intolerantes es la peor estrategia, ya que sus mensajes se amplifican alcanzando nuevas audiencias. Contrarrestar la islamofobia en internet requiere documentar y denunciar estos hechos a las empresas de redes sociales, amplificar las voces creíbles de la sociedad civil y proporcionar una investigación sólida.
  7. Desarrollar un equipo de respuesta rápida de la sociedad civil. Responder de forma individual u organizada a cualquier persona o grupo es un esfuerzo inútil ya que la oposición opera en una campaña bien coordinada y altamente integrada.
  8. Conseguir fondos y donaciones contra la islamofobia. La derecha y la industria de la islamofobia tienen acceso a millones de recursos para impulsar el fanatismo y el miedo en la sociedad civil, por lo que la respuesta requiere recursos. Estas dotaciones podrán financiar proyectos e iniciativas basadas en la comunidad que trabajen para contrarrestar el auge de la islamofobia.
  9. Desvincular la islamofobia vencedora de la CVE (Contra-violencia extremista). La industria de la islamofobia ha vinculado constantemente a los musulmanes con el terrorismo con la intención de demonizarlos, un vínculo que ha calado mucho en la sociedad civil.
  10. Compartir y destacar investigaciones sólidas. Contrarrestar la islamofobia exige destacar el trabajo de aquellos que trabajan duro, con fondos insuficientes y bajo el ataque constante de la industria de la islamofobia. Compartir los links de estos sitios web, así como investigaciones producidas por estas instituciones, tendrá un impacto de larga duración en la sociedad civil.

De la misma forma, existe una propuesta para crear una aplicación para smartphone de recopilación de datos sobre denuncias de ataques islamófobos que envíen los usuarios. Esta información estará a disposición de cualquier plataforma que la necesite, ya sean proyectos políticos o académicos.

 

Informe completo.

 

Traducido del inglés por Lidia Rodríguez en el marco de un programa de colaboración de la Universidad Autónoma de Madrid y la Fundación Al Fanar para el Conocimiento Árabe.

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